22/11/15

Contraculura y Publicaciones alternativas / Ferran Aisa

PUBLICACIONES DE LA CONTRACULTURA EN ESPAÑA DESDE FINALES DE LOS SESENTA A LOS OCHENTA DEL SIGLO XX

Ferran Aisa

 






Después del mayo de París de 1968, gradualmente, fueron apareciendo tanto en España como en otros países occidentales publicaciones realizadas por grupos marginales, contraculturales, situacionistas, libertarios, neoanarquistas o de extrema izquierda. El
fenómeno underground era una herencia de la contracultura vivida en los años sesenta en Estados Unidos y en otras naciones occidentales, por una bandahemos de mencionar el movimiento hippie, el flower power, las comunas, los black panthers, el LSD, los yippies, la filosofía de los hermanos Marx con el mismo Karl, la música pop y la protesta contra la guerra del Vietnam; por el otro la contestación estudiantil, el sitiuacionismo, los nuevos movimientos artísticos como fluxus y el mayo de 1968 en París con la irradiación de intelectuales como Jean-Paul Sarte, Herber Marcuse o líderes
estudiantiles como Dany Cohn Bendit. La contracultura beberá de todas estas aguas para intentar crear una alternativa de cultura antiautoritaria desde la calle en contra de la cultura oficial, ya sea la de la Universidad o de las élites creadoras. La contracultura tuvo, más o menos, efectos universales. Me centraré especialmente en los movimientos contraculturales españoles, y sobre todo catalanes que mostraron una gran creatividad, sobretodo en los años setenta y ochenta del siglo XX. Esta fijación creadora se materializa tanto en la elaboración de cómics y revistas underground como en la edición
de publicaciones de toda clase. La mayoría tenían en común que son de vida breve y que se realizaban de una manera voluntaria y amateur, porque, incluso la venta y la distribución la hacían los mismos autores o redactores de las publicaciones. Otro de los
puntos comunes de estas revistas era la transgresión del orden establecido, pero no únicamente contra el franquismo, si no contra el capital, la moral decadente impuesta por la iglesia católica y la burguesía nacional y el politicismo pactista de la mayoría de
partidos políticos y organizaciones sindicales. La contracultura vive cercana a la divina acracia del poeta barcelonés Joan Salvat-Papasseit, que en su tiempo fue también un creador de hojas literarias de vanguardia. La lucha creativa de estos grupos
undergrounds ligaba perfectamente con la idea revolucionaria de las vanguardias artístico-literarias anteriores a la Segunda Guerra Mundial. La muerte del dictador significará un aire de esperanza para el pueblo español. La tradición libertaria reaparece
en el ambiente festivo de la sociedad. Con un espíritu cívico cultural y reivindicativo los actores autogestionan el Cine Diana y convierten el Born (antigua mercado central de Barcelona) en un Ateneo Popular. Teatro experimental, anticine, radios libres,
enseñanza libertaria, happenings, grafitis, poesía viva, tebeos, revistas y fanzines son formas habituales de la creación contracultural. Es decir, cultura para todos y hecha
por todos realizada en la calle en libertad. Numerosos artistas, poetas y creadores en general participaran en la vanguardia contracultural española. Este espejismo contracultural y libertario recorrió los últimos años del franquismo y los primeros años
de la transición y duró, más o menos, hasta la culminación por parte de los grupos políticos de la firma de los Pactos de la Moncloa, los cuales condujeron por un lado hacia la estabilización del orden democrático burgués, y por otro a la desmovilización
obrera y política de base que afectará también a la cultural transgresora. Todo ello conllevó la aparición del desencanto, el “pasotismo” y, en plena situación conservadora de la Transición, a la desaparición de la mayoría de las publicaciones contraculturales.
Para hablar de las publicaciones que más influyeron en la juventud inquieta y rebelde de final de los años sesenta de aquella época nos vamos a centrar en los precedentes más inmediatos. En 1967 aparece en San Sebastián la revista CUTO, dirigida por Luis
Gasca, que divulga el dibujo y la historieta mostrando el valor ideológico del comix siguiendo el estilo del underground de los Estados Unidos. Su  herencia fue recogida por revistas-cómics-fanzines como Bang! y el Rrollo enmascarado. La primera se
convierte en una plataforma  de teorizantes de la historieta con Carlos Buiza como máximo ideólogo y la segunda será la primera revista-cómic realmente underground española. El Rrollo Enmascarado, que tenía su cuartel general en el Café de la Ópera de la Rambla, tenía un plantel de dibujantes de historieta formado por un puñado de jóvenes como Mariscal, Nazario, los hermanos Miquel y Josep  Farriol y, entre otros, Onliyú. Los tebeos del Rrollo circulan, a partir de 1973, por los bares barceloneses de la
Rambla, plaza Real, Barrio Chino y Rivera. En Barcelona es fácil encontrar la prensa marginal en locales como Zeleste, Magic, London, Nus, Glaciar, Bohemia, la Rivolta o la Fragua. El underground aparece al lado de la música layetana con grupos como Màquina o la Companyia Elèctrica Dharma y de cantantes y músicos como Toti Soler, Pau Riba o Jaume Sisa. No hay concierto en que los individuos o colectivos creativos vendan su obra directamente al público. Especialmente en actos multitudinarios como el Primer Festival de Música Progresiva de Granollers (1971) y los Canet Rock que, desde 1974 hasta 1978, acogió en Canet de Mar (Maresme) conciertos al aire libre inspirados en Woodstock o Wigth. El Rrollo enmascarado se convertirá, a pesar de no estar comercializada, en una publicación de culto para un sector de la juventud. Su influencia se hará notar de seguida en la Península Ibérica con centenares de fanzines que inundan los centros de
reunión marginal de las grandes ciudades. Los fanzines se convierten en un fenómeno y aparecen a tutti plenni, entre los más antiguos de 1968-1969 hay Dronte, Cuentatras, Sol III, los dos primeros editados por Carlos Buiza y el tercero por Luis Vigil. En
Barcelona también por estos años aparece “CLA” (Círculo de Lectores de Anticipación”. Otros títulos de publicaciones contraculturales de finales de los sesenta son: Catalina, Paupérrimus, De Quommic, Carajillo, Nueva dimensión, Homo
Sapiens, Tránsito, UUUUH!, Cyborg, Algunos de estos fanzines como Bazofozia o El Carajillo Vacilón alcanzaran tiradas de 7.000 y 10.000 ejemplares, respectivamente. En Madrid por esta época corren cómics-fanzines o revistas contraculturales como
Cascorro Factory,donde aparece la firma de Ceesepe, El Hortelano, Ouka Lele, el Zurdo, Eduardo Haro Ibars. En Valencia es otro de los puntos peninsulares donde se producen publicaciones contraculturales como el tebeo AValencia A, que realiza
Mariscal antes de trasladarse a Barcelona, y el fanzine Ademuz Km. 6, que realizan otros creadores con ánimo contracultural.
La prensa marginal toma características contraculturales basada en el comix radical que sigue la línea del underground norteamericano, especialmente de los Freak Brother y las aventuras de Robert Crumb, que influyen en decisivamente en la contracultura catalana.
Dentro de esta lógica contracultural, antiautoritariua y antipolítica está, paradójicamente, el grupo de agitación armada del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), que publicó los años 1972 y 1973 los dos únicos números de CIA (Conspiración
Internacional Anarquista). En el primer número argumentaban su concepto filosófico de agitación armada que no tenía nada que ver con la lucha armada, porque, para el MIL, la agitación armada no era otra cosa que el soporte a la actividad de lucha de clases, que
tanto podía significar la solidaridad económica, como la creación de una biblioteca. En el segundo y último número, presentaban el texto del congreso de agosto de 1973 de autodisolución del MIL. En los dos números de CIA podemos corroborar como hacen servir el fotomontaje, el cómic y la propaganda situacionista para presentar su programa revolucionario. Posteriormente, a partir de septiembre de 1973, la mayoría de los miembros del MIL serán detenidos, entre los cuales hay que citar a Salvador Puig Antich, que será procesado militarmente, condenado a muerte y ejecutado a garrote vil
el dos de marzo de 1974. En octubre de este mismo año aparece la revista Ajoblanco, profesionalizada y con presencia en los Kioscos o librerías. La revista barcelonesa de la contracultura por
excelencia generará en su entorno un movimiento joven y rebelde que, de una manera utópica, soñará iniciar una lucha contra el sistema creando alternativas comunales, ecológicas, antisiquiátricas, antipatriarcales, sexológicas, creativas, etc., porque creían que otro mundo era posible construirlo desde ahora mismo. En la editorial del número Ajoblanco presenta su programa en el que manifiestan situarse fuera de los cenáculos de los grandes iniciados. Algunos de los puntos dicen: 1.- Porque no queremos una cultura de

imbecilistas. 2.- Porque estamos ya hartos de divinidades,sacerdocios y élites industrial culturalistas. 3.- Porque queremos intervenir, provocar, facilitar y usar de una cultura creativa. 4.- Porque todavía somos utopistas. En esta primera etapa de Ajoblanco, Ramón Barnils es el director-periodista y el
coordinador Pepe Ribas, y formarán parte de la redacción o serán colaboradores habituales: Luis Racionero, María José Ragué, Quim Monzó, Claudi Montanyà, Frederic Amat, Toni Puig, Francesc Boldú, Fernando Mir, Núria Amat, Juanjo Fernández, Vicky Combalia, Bolinaga… Ajoblanco dedico dossiers a Andy
Warhol; a Jaume Sisa; al Mayo de 1968; a las drogas; al teatro de vanguardia; a Durruti; a la cultura libertaria; al carácter lúdico y carnavalesco de las Fallas de Valencia; a la COPEL; a las Jornadas Libertarias de Barcelona, a las guías de viajes alternativos, a las
radios libres, etc. Entre sus números destacan los extras dedicados a la temática ecologista: “S.O.S. Planeta Tierra” (mayo de 1976), “Energías Libres” (febrero de 1977) y “Comunas” (diciembre de 1977). También lanzan números dedicados a la poesía y literatura underground: “Bomba literaria” (abril de 1976), “Bombilla literaria” (abril de 1977) y “Linterna literaria (abril de 1978). Ajoblanco será una de las entidades organizadoras de las Jornadas Libertarias Internacionales de Barcelona, conjuntamente a
los ateneos y colectivos libertarios y los sindicatos de la CNT en julio de 1977. Ajoblanco pasó en poco tiempo de vender directamente 500 ejemplares en la zona libre de la Rambla en sus inicios, a comercializar más de 50.000 ejemplares mensuales en
1977. Según un informe sobre la prensa libertaria de la revista Bicicleta (septiembre de 1978), la revista se mantenía fiel a los principios autogestionarios con sueldos igualitarios para todos los miembros de la redacción.De la misma época que Ajoblanco es la revista Star publicada en Barcelona por Producciones Editoriales entre 1974 i 1980, con una tirada media de 15.000 ejemplares
mensuales. Esta revista se presenta más cañera y Radical con reminiscencias hippie, punk y rompedora de los años setenta. Star, en su manifiesto de salida se presenta Contra todo y contra todos: <<El país se politiza y las revistas progres se apuntan,
menos nosotros que vamos acumulando desengaños, ironía ydesprecio hacia las gentes que manipulan a las masas para sus fines políticos y comerciales. Porque no queremos caer en la tentación de pensar que si las cosas cambian no vamos a tener problemas, pues cuanta más libertad haya más escupiremos sobre la falsedad de nuestro tiempo.>> 
Star intercalaba en sus páginas el texto literario, la entrevista o la opinión periodística con el cómic. Su director era Juanjo Fernández y entre sus firmas habituales encontramos Karmele Marchante, Leopoldo Panero, Jordi Cadenas y, entre otros, Pau Malvido (Pau Maragall) autor de la serie “Nosotros los malditos”, cuyos artículos
fueron recogidos por Genís Cano y publicador por Anagrama (Barcelona, 2004). En la parte correspondiente a la historieta-cómic destaquen dibujantes como Montesol. Mariscal, Ceesepe, Gallardo y los norteamericanos Gilbert Shelton creador de “Los
fabulosos Freak Brothers” y Robert Crumb autor de “El Gato Fritz”.

Los primeros años de la Transición será de un gran apogeo para las revistas alternativas, contraculturales, libertarias y marginales. En la capital de España el mundo underground tiene su hueco en lugares como el Ateneo Politécnico donde se puede
encontrar la prensa marginal publicada por el grupo El Saco y sus Ediciones Antipodas y de PREMAMA (Prensa Marginal

Madrileña). Por Madrid circulan publicaciones
como Antipoda, Uronia, Kaka, de Luxe, Cerrus, El Alucinio, MMM!,Catacumba, Bazofia, Acera, El Cadáver de Mandrágora, Auxphall, Kaam, Thea, Alkayata, etc. En todas ellas, como en la mayoría de la prensa marginal ibérica, las influencias son
claramente del underground norteamericano. En todas ellas se incluyen historietas o viñetas de cómic entre los textos literarios o de opinión. La prensa marginal se convierte también en editora de libros ya sea de recuperación de ensayos clásicos o de poetas
underground, es el caso tanto de la revista barcelonesa Star o de colectivos madrileños o de otras ciudades españolas. La colección Star Books publica libros como Aullido de Allan Ginsberg o Tarántula de Bob Dylan. La revista ecologista Pastanaga
edita libros clásicos del anarquismo como Palabras de un rebelde de Kropotkin o El Viaje a las Comunas, una aventura de los Freak Brothers. La Cloaca se convierte en editora de poesía con títulos como Algunos poetas en Barcelona, 17 (poesía  visual)
coordinada por J. M. Calleja y J. A. Sarmiento. Aparecen editoriales contraculturales como Marte, que editan el libro Cannabis Flan de Raúl Núñez. En Madrid también proliferaran las editoriales marginales y libertarias como la de poesía de Luis Manuel
Rodriguez y la de los colectivos Campo Abierto, La Piketa, Queimada.
La aparición de la CNT y la reorganización del movimiento libertario viene acompañado de un aluvión de publicaciones en toda la península tanto de sindicatos, como de ateneos y colectivos. La venta de las revistas, fanzines, comix y boletines se realiza en los numerosos actos de la organización confederal, sobre todo en los grandes mítines celebrados en San Sebastián de los Reyes, Valencia y Barcelona. La mayoría de estas publicaciones se muestran en la más pura línea de la contracultura. Barcelona: Alfalfa, Ateneo del Barrio Chino y San Antonio, Banca Rota, Camp de
l’Arpa, i…(poesía en catalán, castellano, galego, euskara i esperanto), El Bólido Libertario, El Mentidero Imperial, El Tulipán negro, Fuera de Banda, Fulls Anàrquics, Globo, Ítaca, La Bombeta, Las albóndigas pertinaces, La Cloaca, Los Marginados,
Martillo, Mosik, Nada, Nasti de plasti, Pastanaga, Rimbaud vuelve a casa, Surtidor, Tinta Negra, Tricoco, Trotón, Userda, Vibraciones, Vindicación Femenina, Xiana… Madrid: Camarotes venenosos, Coco, El gorrión Desmadrado, Grupo Koctel, Mala uva, Negaciones, Ozono, P’adelante… Zaragoza: El pollo urbano. Canarias: Musgo. Campelló-Alicante: Nihil. Valencia: Falla Kung Kong. Girona: La puta Loly. Tarragona: Tarracomix. Palma de Mallorca: Neon de Suro. Santiago de Compostela:
Arco da Vella. Granada, El despeñaperro andaluz. Valladolid: Adobe. En 1977 en Madrid sale la revista Bicicleta (Boletín Informativo del Colectivo Internacionalista de Comunicaciones Libertarias). La revista, que se presentaba como autogestionaria y
lanzaba en sus inicios 20.000 ejemplares mensuales, era coordinada por Chema Elizalde. Otra revista de esta época aparece en Barcelona, El Viejo Topo y en el terreno de los cómics transgresores y satíricos destaca La Butifarra donde colaboran Alfonso López, Miguel A. Gallardo, Carlos Azagra, Juanito L. Mediavilla, Carlos Giménez, Iván Tubau, Adolfo Usero y otros. Algunos de estos autores serán colaboradores de las
revistas El Jueves (1977) y El Vívora (1979), en esta última destacan autores como Nazario, Mariscal, Max, Montesol y otros que habían empezado su aprendizaje en las revistas marginales del underground.

Durante las Jornadas Libertarias Internacionales de 1977 se presenta en el Park Güell el fanzine poético Arte para una poesía libertaria en la calle que recoge poemas de Ningú
(Pep Castells) y Ferran Aisa. Y durante los cuatro días de las jornadas aparece la Publicació Barcelona Libertaria, en una simbiosis de las redacciones de Ajoblanco y Solidaridad Obrera, coordinada por Ramón Barnils, que recoge toda la información de
los actos que se celebran en el Salón Diana y en el Park Güell de Barcelona. El movimiento de la contracultura y el movimiento libertario se erigían en organizadores de la fiesta antiautoritaria más importante de las celebradas en la península ibérica. En
el escenario central del Park Güell la fiesta fue permanente con Ocaña y su troupe y con la actuación de grupos musicales como Los Peruchos, La Banda Trapera del Río, La Propiedad es un Robo, Ramon Muns, Araceli Banyuls, Pablo Guerrero, Luis Pastor, Pau Riba, Jaume Sisa, Marina Rossell…Y debates, anarquismo-marxismo, enseñanza, cine, teatro, happenings y un mercadillo internacional de publicaciones libertarias y marginales. Barcelona volvía a ser la rosa de fuego, pero, en su sentido más auténtico.
La rosa de fuego del espíritu de la cultura en libertad que chocó con un Estado que hizo todo lo posible para acabar, por todos los medios, con la rebeldía en la calle y de criminalizar a todo un movimiento a través de manipulaciones como el atentado de la
Sala de Fiesta Scala o las luchas internas dentro de la CNT que llevaron a su ruptura tras el V Congreso celebrado en un pabellón de la Casa de Campo de Madrid.
En los años ochenta la contracultura se manifiesta a través del movimiento Punk y de numerosos núcleos contestatarios antimilitarista, antiotan, ecologistas, ácratas. Los cuales publican fanzines y toda clase de revistas marginales: El Vaixell Blanc, El
Patinet, La Puça i el General, La Lletra A, Rompeolas, ÚltimoGrito, En Pie de Guerra…
La Transición acabó por allanar su camino llevándose por delante esta tradición libertaria, a pesar de ello, aunque sea sólo un rescoldo, el espíritu libertario y la contracultura ha continuado manifestándose a través de múltiples proyectos, revistas
y acciones poéticas, artísticas y humanas  Mientras exista una cultura dominadora del poder establecido, siempre será factible que aparezca una contra cultura desde la calle.


Ferran Aisa-Pàmpols (Barcelona, febrero de 2014)

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